DON BENO Y CHITO

- Don Beno: El asunto es simple, uno lo mete y lo saca, lo mete y lo saca, el viejo “mete y saca”. Es una cuestión mecánica, lubricante, que se hace, y se hace por los siglos de los siglos. Amén!

Si le buscáramos explicación a todo placer ya no sería placer y si la explicación me evita el placer, prefiero no saber nada de nada.

Acá lo que hay que buscar es eso que te lubrica o te para, te detiene, te deja tonto, como mirando un dulce que quieres lamer una y otra vez, una y otra vez. Simple y refugiado en una palabra tan bella, Burdel.

- Chito: Está güena su reflexión tatita, pero yo creo que hay un poco más en lo que me dice.

Uste’ cacha que, por ejemplo, en el Burdel hay encanto y ficción, cada uno en su rol; la presa que te cobra, el cazador que se mete en el juego, cazador cazado, presa depredada, uste’ cacha po’. Nos compramos un copete, y no tan solo te compramos una idea de sensualidad, sino de descaro e impunidad. ¿Bonito no? Pero el amor y el relajo cuestan más que un par de lucas usadáas en un condón o en una falda acogedora. Yo me enamoro, aunque uste’ no lo crea, me enamoro. Rosita se llama mi yeina, mi flor del bosque’.

- Don Beno: Suena bonito pequeño felino, muy bonito. Pero sea práctico, acá nadie lo quiere porque es bonito, sino porque tienes una función, ambos le damos el ambiente a esto. La bohemia somos nosotros. Además si usted no sabe tratar a una gatita, tenga por seguro que servirán de nada la poesía y las buenas intenciones, yo sé que se enamora, pero su gatita viene de vuelta, se lo digo yo. Tú poesía no le remueve un pelo, y además no la sabes tocar, te quedan muchas noches de Burdel para a entender esto: “la poesía es erotismo”, muchacho.

- Chito: Mire, sé que recién llegué, que me dejaron abandonao’ por acá, pero también he viajao’ y cuando ella ya no ande así como mariáa’ la voy a derretir con mis palabras, no es necesario saber de sexo con otras, mi amor es verdadero, eterno, para siempre, como en las películas y con ella aprenderé a amar.

- Don Bon: El sexo, es el sexto sentido. Y nosotros sus extremidades irreales. Usted muchachito, nunca ha sabido lo que es tener el pelaje de una hembra debajo de sus patas, tomarla de sus pelos, rasguñar sus partes sensibles como un enterrado en vida y fundirse en un brilloso pelaje hablándole al oído con la sangre a borbotones. Está bien, te lo concedo, la magia no sólo es el “mete y saca”. Es también abrir la boca en bellas palabras y despertar con una fémina al lado que se funde en las sábanas de la madrugada, y que cuando despierta te dice: “son 20 mil pesitos, pero como lo hiciste bien papito dejémoslo en quince” jajajaja. Tienes que vivir la vida amigo, enfrentarte a ella sin temor, prender un cigarrillo, vestirte y volver a la ciudad, con la cabeza en alto y los ojos y oídos abiertos.

Pero ya aprenderás, yo te enseñaré, no es por nada que recorrí tejados y aguas por el mundo.

(Don Beno guiñe un ojos y se echa a dormir. Chito parpadea y parte raudo con una sonrisa.). Continuará…